Resolvemos la duda sobre las diferencias existentes entre la póliza de seguros para un vehículo eléctrico con respecto a un coche de combustión.
La llegada de los coches eléctricos y su al menos teórica inminente popularización supone un reto para industria y las infraestructuras en un amplio espectro de aspectos: red de puntos de recarga, materiales para fabricar las baterías, adecuación de impuesto, etc.
De hecho, afecta a tantos ámbitos que incluso llega a uno que quizá muchos ni se haya planteado: los seguros. Aunque muchas de las necesidades son comunes a las de los vehículos de combustión, sus características específicas también tienen unos requerimientos especiales. ¿Son iguales las pólizas de seguro para un eléctrico?
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Coberturas comunes
Para un eléctrico los tipos de seguro que se ofrecen suelen ser los habituales en los coches tradicionales: Terceros, Terceros Ampliado, Todo Riesgo y Todo Riesgo con franquicia. En función del solicitado sus coberturas serán unas u otras, pero todas ellas serán comunes a las que tendrías con la misma póliza en un gasolina o diésel.
Lo importante en este aspecto es que la aseguradora de turno se encargue de cubrir las necesidades específicas del modelo de cero emisiones, que no tienen porqué ser precisamente baratas.
Necesidades específicas
La principal hace referencia al cable de carga del vehículo. Este elemento está hecho de un material que puede interesar a los cacos y, dado que suele llevarse en el maletero, no es complicado robarlo si se tiene intención (también si se está recargando el coche en una estación pública). Precisamente por eso es clave que el seguro del eléctrico cubra su robo, algo que es habitual en la mayoría de las aseguradoras. Compañías como Mapfre, Zurich Seguros o Línea Directa la ofrecen.
El segundo punto a tener en cuenta es la asistencia en caso de agotamiento de las baterías. La asistencia en carretera es habitual, pero en el caso de los coches eléctricos, por sus limitaciones de autonomía, cobra todavía más relevancia. Es importante cerciorarse de que la cobertura incluye servicio de remolque y traslado hasta un punto de carga, o servicio de recarga directamente. Las anteriormente mencionadas y Catalana Occidente ofrecen este servicio.
El tercero hace referencia a la cobertura por posibles daños en la estación de carga doméstica, puesto que es un dispositivo para nada barato y que puede ser objeto de los ladrones, amén de posibles desperfectos causados por vándalos.
¿Y los precios?
Aunque el precio de una póliza de seguro de un eléctrico antes era más elevado que el de un coche de combustión, su mayor llegada al mercado y paulatina popularización hacen que la diferencia entre uno y otro sea mínima, apenas relevante.
*Artículo original publicado en Autobild.es